Comisión de la verdad y reconciliación
La CVR ha concluido que la cifra más probable de víctimas fatales de esas dos décadas supera los 69 mil peruanos y peruanas muertos o desaparecidos a manos de las organizaciones subversivas o por obra de los agentes del Estado- … un doble escándalo: el del asesinato, la desaparición y la tortura masivos y el de la indolencia, la ineptitud y la indiferencia de quienes pudieron impedir esta catástrofe humana y no lo hicieron.
AVISO

Envíenos sus fotografías que tengan relación con el genocidio ocurrido en Ayacucho entre los años 1980 y 2000.

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EL LEGADO VISUAL

“La Comisión de la Verdad y Reconciliación ha encontrado en el periodismo fotográfico de los años de violencia un legado invalorable para reconstruir, a partir de la memoria espiritual que se vale de los ojos, esa historia nuestra que no debemos olvidar ni dejar abandonada a la indolencia...Rostros de desolación y perplejidad ante la tragedia capturados para siempre, manos cuarteadas por el trabajo que nos muestran abiertas y desoladas la pequeña imagen del familiar desaparecido y así como ellas otras escenas que llevan todas una misma leyenda: no consentir en el olvido interesado o indiferente, escribir nuestra historia que adviene bajo el signo de un mandato moral perentorio: que el horror no regrese, que la memoria del dolor se vea trocada en esperanza, que la vida en el Perú transcurra bajo el signo de la solidaridad y la justicia.”

Salomón Lerner Febres

Presidente
Comisión de la Verdad y Reconciliación

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Fotografías de la masacre de Putis

En diciembre de 1984, el ejército asesinó a más de 120 personas, incluyendo niños, adultos y ancianos que buscaban protección contra Sendero Luminoso.

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Rostros de la Guerra / The Faces War

El fotógrafo argentino Alejandro Balaguer recaló en el semanario peruano Caretas, pensando que sería por una temporada. Pero la revista le encargó comisiones que lo internaron en los andes y en la selva, permitiéndole asimilar y documentar un mundo de dramas antiguos y de germinaciones históricas. En suma, lo que ha ido marcando la versión de Balaguer no solo han sido las calles violentas de Lima y su torbellino político y social, sino el país milenario de etnias perdidos en los siglos que surgen de Ayacucho en las rondas campesinas, aparecen entre los sembríos de coca del Huallaga y tras las armas de Huancayo y en las migraciones de refugiados. Épicas y compasivas son las fotografías de Balaguer. Rostros de campesinos curtidos como el cuero. Famélicas mujeres ronderas armadas de rejones. Soldados y beatas. Todo ha sido registrado con sensibilidad y respeto, el lente de este nuevo indígena que es Alejandro Balaguer.

Más Información
Detalle de la Fotografía
NEWTON, Mónica
Niño asháninka en la localidad de Poyeni, Satipo, Junín, en 1995
niño asháninka, poyeni, satipo, sendero luminoso
Archivo: Mónica Newton
1995
Banco de Imágenes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación
Descripción:
 Niño asháninka en la localidad de Poyeni, Satipo, Junín, en 1995. Durante más de diez años Sendero Luminoso mantuvo en cautiverio a una gran parte de la población asháninka, sometiéndola a trabajos forzados, alimentación insuficiente y adoctrinamiento obligatorio. Cientos de nativos fueron masacrados y poblaciones enteras perdieron sus cultivos, animales y viviendas. Sin embargo, el pueblo asháninka logró organizarse en rondas de autodefensa y oponer resistencia al control que pretendían imponerles tanto Sendero Luminoso como el MRTA. Entre 1993 y 1995 el número de asháninkas liberados de manos de Sendero Luminoso fue creciente. Las personas rescatadas fueron llevadas a comunidades refugio instaladas en las localidades de Puerto Supe, Poyeni, y Betania —en la cuenca del río Tambo— y Valle Esmeralda —en la cuenca del río Ene—, todas ubicadas en la selva central del país y resguardadas por las Fuerzas Armadas. No existen datos precisos, pero la mayoría de especialistas e instituciones calculan que de las 55,000 personas que conformaban la nación asháninka 10,000 fueron desplazadas forzosamente en los valles del Ene, Tambo y Perené, 6,000 fallecieron y cerca de 5,000 fueron mantenidas en cautiverio por Sendero Luminoso. Además se calcula que durante los años del conflicto desaparecieron entre 30 y 40 comunidades de esta etnia amazónica.

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