Este no es un libro de Historia sino de algunas historias sobre la violencia política vivida en el Perú entre 1980 y 1984. Es la crónica de una tragedia, de la barbarie que afectó y enfrento sobre todo a los más pobres de este país, ya fueran costeños, campesinos, quechuahablantes, indígenas, soldados o senderistas; todos ellos pertenecían a las capas “inferiores”, subalternas, populares. Que el llamado “conflicto armado interno” afectara fundamentalmente a los subordinados de siempre revela su feroz carácter racista y clasista tanto como a la profunda indiferencia y desprecio de las élites del país por lo que sucedía en los años de violencia. Nos ayuda a explicarnos también por qué políticos, medios de comunicación, grupos empresariales, altos mandos militares y otrora alzados en armas quieren “olvidar” este conflicto. Y quieren olvidar porque saben que son también responsables, ya sea políticos o penales, de que el conflicto haya llegado a los niveles de barbarie a los cuales llegó. Estas historietas desde su modesto lugar, quisieran contribuir a esa memoria histórica. Aborda los primeros años del doloroso conflicto armado entre peruanos e intenta reconstruirlo a través de aquella ficción de las imágenes que es el cómic.