El autor, uno de los miembros del criminal Grupo Colina-conformado por miembros del Ejército del Perú-, dice lo siguiente: “En este libro, se relata el denigrante comportamiento de dos gobernantes: Valentín Paniagua y Alejandro Toledo. Ambos se aliaron y fueron usados por los conspiradores. Si bien es cierto que los presidentes no comulgan con la doctrina terrorista, no se puede decir lo mismo sobre si ellos desconocían los recuerdos que tenían “cívicos” y terroristas. Ellos si los conocían, es más, aprobaron y firmaron un acta. Obviamente que la explicación de su absurdo proceder pasa por la conveniencia política. En la mesa donde escribo tengo pruebas que me permiten afirmar que cuando hay que destruir a un contendor potencial en este caso Alberto Fujimori vale todo. Inclusive, aliarse con el enemigo. Entonces, no es temerario afirmar la frase “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Vaya que aquí se cumple”. Fin de la cita.