La presente obra nos habla sobre la relación del mensaje cristiano católico en referencia a la situación de las familias campesinas que tuvieron que dejar su lugar de origen debido a la violencia política que se azotaba zonas del interior del país como Ayacucho principalmente. Sendero Luminoso al cual se sumaron otros grupos terroristas como el MRTA, sometió a las poblaciones campesinas a su programa de terror. Asesinan sin piedad a autoridades, policías, dirigentes y a simples pobladores y campesinos. Obligan a la población a proveerlos de alimentos y reclutan a la fuerza a niños y adolescentes, infundiendo terror en la población. El escenario de la acción terrorista se ha expandido a más de un tercio del país, y esto afecta directamente a gran parte de la sierra y ceja de selva (donde se complica con el programa del narcotráfico). Las familias desplazadas se ubican en las zonas marginales de las ciudades del país, sobre todo, en Lima. Comparten así las penurias de los otros pobladores de los asentamientos humanos: falta de servicios básicos, desempleo, etc. Para estas familias el problema del empleo resulta ser uno de los más serios. Para adultos significa cambiar su actividad, pues su principal actividad era la agricultura.