El punto de partida de este trabajo es, precisamente, una revaloración de las elecciones municipales instauradas en 1963. Por lo general, se ha puesto más énfasis en la expansión del mercado y, sobre todo, en la organización del campesinado, la toma de tierras, la masificación escolar, y las grandes migraciones como factores de democratización política y abrió una nueva dinámica dentro de la micro geografía del poder. La intensificación de la vida municipal que se dio desde entonces, forma parte importante del avance intermitente, accidentado, todavía incompleto, hacia la ciudadanía. ¿Cómo compatibilizar estas afirmaciones, primero con el avance de Sendero Luminoso en la región y más recientemente con la adhesión mayoritaria a un régimen autoritario como el actual, que ha anulado los gobiernos regionales, ha concentrado el poder como nunca antes en el Poder Ejecutivo y desarrolla políticas abiertamente populistas en la región? Una investigación iniciada en diez municipalidades de Ayacucho puede ayudar a responder estas preguntas. El trabajo se centra en cuatro distritos de la provincia de Huamanga-Socos, Vinchos, Quinua y Acocro- y seis de los siete distritos de Huanta: Iguaín, Luricocha, Huamanguilla, Santillana, Ayahuanco y Huanta, la capital provincial.