Podemos calificar esta guerra de mil formas, como una pugna de ideologías, una disputa trágica entre equivocados soñadores y conformistas, un lucha entre estamentos de una sociedad en crisis, donde se cuestionan privilegios. Pero para todos los peruanos es el nacimiento de algo diferente que nunca conocimos las generaciones que hoy habitamos esta nación.  No pretendemos bajo ningún aspecto hacer literatura, pero mucho de lo que se expone lleva pasión y dolor. Nuestra guerra civil de Ayacucho hoy y el Perú entero mañana, se constituye en vertiente inagotable de enseñanzas sociales, políticas y militares, para todos los que sentimos en las entrañas el Perú profundo, el Perú que hoy busca desesperadamente su destino, en base de ancestros atávicos y manumisos. (Extracto presentación).